En la vasta riqueza de mitos y leyendas que alberga el Perú, encontramos historias que estremecen y cautivan la imaginación de todos quienes las escuchan. Hoy les narraré una de esas historias que se ha convertido en parte esencial del folclore de Huarochirí. Es la leyenda de la misteriosa gringa que aparece durante la noche de luna llena en el lavatorio de Cruz de Laya.
Situado en la serena región de Huarochirí, Cruz de Laya es un pintoresco pueblito que guarda secretos tan antiguos como sus cimientos. Aunque el día a día en esta localidad es tranquilo y sus habitantes viven con la simpleza característica de los pueblos fruticolas.
A las afueras del pueblo, en uno de los rios que intersectan sobre sus faldas, se encuentra una formacion tipo estanque conocido como el lavatorio. Parecería un estanque ordinario, si no fuese por las historias que los ancianos narran junto al fuego.
La leyenda cuenta que, en las noches de luna llena, una gringa de cabellos rubios y piel pálida emerge de las aguas del lavatorio. Su belleza es indescriptible y sus ojos azules hipnotizan a cualquiera que los mire. Los hombres, seducidos por su encanto, son atraídos hacia ella, incapaces de resistirse.
Una vez que la gringa los ha encantado, se dice que estos hombres son poseídos en un acto de pasión desenfrenada. Sin embargo, lo que comienza como un encanto termina en tragedia. Al amanecer, los cuerpos de estos hombres son encontrados en las cercanías del estanque, con una expresión de terror en sus rostros y espuma saliendo de sus bocas.
Nadie sabe exactamente el origen de esta leyenda. Algunos dicen que la gringa era una extranjera que llegó sobre la zona hace muchos años y que fue asesinada cerca del lavatorio en una noche de luna llena. Otros creen que es una deidad andina, un espíritu de las aguas que protege el estanque y castiga a aquellos que osan perturbar su paz.
Lo que sí es seguro es que los habitantes de Cruz de Laya evitan el lavatorio durante las noches de luna llena. Las advertencias se transmiten de generación en generación, y la historia de la gringa ha pasado a ser una enseñanza sobre los peligros de la tentación y la importancia de respetar las antiguas tradiciones y creencias.
Así que, si alguna vez te encuentras en Huarochirí y escuchas historias sobre el lavatorio, piensa dos veces antes de aventurarte en una noche de luna llena. Nunca se sabe qué misterios esperan en las sombras.